Enrique
M. Rovirosa
En los primeros seis meses de este año nuestro país ha generado
289,900 empleos formales, según los registros del Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS). De esta cifra, 186 mil 222 corresponden a plazas de carácter
permanentes (64.4%) y 103 mil 052 a eventuales (35.6%).
Si se toma en consideración que México necesita generar un mínimo
de 950 mil plazas al año para dar cabida a quienes se incorporan a la fuerza
laboral, el faltante que se tendría que cubrir en la segunda mitad del
año es bastante considerable. Más, si se toma en cuenta el rezago
acumulado que se tiene, producto del desempleo estructural que aqueja al país
desde hace varios años.
El pronóstico general para este año es que se lograrán
alrededor de 480 mil empleos formales, lo cual confirma que el problema de desempleo
persistirá.
En el caso de Baja California, la creación de fuentes de trabajo está
en condiciones críticas. En el primer semestre, se han generado únicamente
3,127 empleos. De éstos, mil 521 corresponden a permanentes (48.6%) y mil
606 a eventuales (51.4%). Pero si hacemos un comparativo anual, entre el número
de trabajadores asegurados en junio del 2008 contra el mismo mes del 2007, el
resultado es de tan sólo 57 plazas creadas.
Estos resultados indican que no se genera trabajo en suficiencia y que la calidad
de éste deja mucho que desear.
De acuerdo con estimaciones propias, el Estado requiere generar un mínimo
de 35 mil fuentes de empleo al año para cubrir los requerimientos propios
del crecimiento de la población.
A principios de año, el Gobierno estatal hablaba de alcanzar una meta
50 mil empleos. Desde el mes de enero señalé que en el mejor de
los casos, podríamos esperar igualar el número de empleos generados
en el 2007, cifra que en ese entonces representaba cerca de 28 mil plazas.
En marzo, los números que arrojó el primer bimestre en materia
de empleo hacían evidente que sería imposible lograr la cifra anterior,
de ahí que señalé que sería necesario revisarla.
En mayo, el IMSS sorprendió a todos al dar a conocer que las cifras
sobre empleo que venía manejando en los últimos años estaban
infladas y que había efectuado un ajuste metodológico para remediar
la situación. Con ello, de un día para otro desaparecieron del registro
nacional alrededor de 600 mil empleos y en el caso de Baja California, cerca de
15 mil.
Para nuestro Estado, lo anterior significó que poco más de la
tercera parte de los empleos formales que considerábamos como creados en
los últimos años, en realidad no lo fueron. Así, en el 2006
la cifra original indicaba un total de 35 mil 448 empleos creados cuando fueron
25 mil 535, una diferencia de 28.0%. En el 2007, se reportaron 27 mil 421 plazas
y la cantidad real fue de 14 mil 712, una diferencia de 46.3%.
Las razones de este comportamiento a la baja en nuestra entidad están
a la vista. La desaceleración económica de los Estados Unidos aunado
a los retrasos en los cruces fronterizos ha significado una disminución
considerable en las actividades turísticas, tales como: restaurantes, hospedaje
y transporte. Asimismo, en la venta de bienes inmobiliarios de tipo turístico.
El sector manufacturero de exportación también presenta signos
de desaceleración, no sólo por ajustes en los pedidos de las empresas
matrices sino también como resultado de los efectos que ha traído
consigo la reforma fiscal.
El retraso de la inversión pública en infraestructura aunado
al incremento en los costos de construcción son otros factores a considerar.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que realiza
el Inegi, la tasa de desocupación en Baja California en el primer trimestre
de este año fue de 2.6%, cifra igual a la del mismo periodo de 2007. Estos
dos índices representan los mayores registros desde el año 2001.
Si bien aún no se tienen los resultados para el segundo trimestre de este
año, dado el comportamiento de las cifras del IMSS, me inclino a pensar
que la tasa de desocupación podría mantenerse igual o incluso superarse.
Aun con un resultado adverso como el que vislumbro, la tasa desocupación
estatal seguirá muy por debajo de la nacional, misma que en el primer trimestre
fue de 3.9%; no obstante. esto no es de consuelo.
Los analistas estamos a la espera de que el IMSS libere las cifras revisadas
sobre los trabajadores asegurados para cada uno de los municipios, a efectos de
poder precisar en dónde se presenta el mayor problema de empleo.
Mientras esto sucede, es necesario destacar que el bienestar social está
directamente relacionado a la disponibilidad de trabajo que tienen los habitantes
de una región. En particular, de aquél que les brinda acceso a servicios
médicos de calidad, prestaciones y seguridad laboral.
De nada sirve crecer si los beneficios no llegan a la población en forma
de más y mejores empleos remunerados.
Hace algunas semanas, señalé que todo indica a que el número
de empleos que podrían generarse en el Estado en 2008 no superará
la cifra de 10 mil. Considero que si continuan las cosas como van, será
todo un logro si alcanzamos la mitad de esta cantidad.
Por lo anterior, es necesario que las autoridades estatales y federales hagan
una revisión de los factores que están afectando la creación
de empleos en la entidad y adopten las medidas correctivas necesarias con carácter
urgente.
Viernes, 25 de Julio de 2008. |