El Banco Mundial recortó sus perspectivas de crecimiento económico para México, de un nivel estimado del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.3% el pasado mes de abril para 2024, a 1.7%, luego de crecer 3.2% en 2023. Por su parte, las previsiones para 2025 pasaron de 2.1% a 1.5%. Para 2026, las proyecciones disminuyeron de 2% a 1.6%.
En su reporte “Impuestos a la Riqueza para la Equidad y el Crecimiento”, el organimso señala que “Para acelerar un crecimiento sostenible y reducir la pobreza en el mediano plazo, es crucial abordar limitaciones estructurales, como el acceso restringido a financiamiento, la inseguridad, la informalidad, las cargas regulatorias y los cuellos de botella en infraestructura. Además, es necesario enfrentar los desafíos relacionados con el espacio fiscal. Superar estos retos es clave para aprovechar al máximo las oportunidades que el nearshoring ofrece en el contexto internacional actual”.
El organismo reconoce como factores esenciales para el crecimiento, la estabilidad del marco macroeconómico, así como el dinamismo económico de Estados Unidos junto con una robusta base manufacturera de exportación.
Destaca que, si bien ha aumentado el nivel de inversión privada en México, en aras de aprovechar las oportunidades de nearshoring y friendshoring, así como la inversión pública, particularmente en proyectos de infraestructura y esto ha impulsado la actividad económica, los flujos de nuevas inversiones han permanecido prácticamente invariables en los últimos diez años.